Última ediciónjul 2022 3 min de lectura
Para muchos emprendedores y autónomos, entender la fiscalidad y saber qué tipo de impuestos y retenciones se aplican en las facturas es la parte más engorrosa de llevar un negocio. En esta guía te explicamos qué es el IRPF, cuándo se aplica o no en las facturas y cómo se calculan las retenciones.
¿Qué es una factura con retención?
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas o IRPF es uno de los impuestos más importantes que debes conocer. Se trata de una retención o anticipo que, en la gran mayoría de los casos, todos los ciudadanos residentes en España pagamos a Hacienda de las rentas que percibimos, ya sea en forma de nómina para los trabajadores asalariados, o en las facturas que emiten los autónomos.
Por lo tanto, una factura con retención es aquella que lleva una retención –es decir, un porcentaje descontado del importe de la factura– a cuenta del IRPF. Pero, ¿por qué se resta esa cantidad de la factura? Porque, en lugar de pagarte el IRPF, el cliente liquida por ti ese importe directamente a Hacienda cuando presenta el modelo 111.
¿Cuándo se aplica la retención del IRPF en una factura?
El IRPF no se aplica siempre en todas las facturas, ni tampoco se retiene el mismo porcentaje en todos los casos.
Los autónomos que están dados de alta en las secciones segunda (actividades profesionales) o tercera (actividades artísticas) del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) siempre están obligados a retener el IRPF en sus facturas. Es el caso, por ejemplo, de ingenieros, contables, abogados o informáticos, que normalmente facturan a otros profesionales o empresas.
No obstante, hay algunas excepciones en las que no se retiene el IRPF en las facturas:
Cuando el cliente es un particular, no una empresa.
Cuando se factura a un cliente extranjero, independientemente de si pertenece a la Unión Europea (intracomunitario) o no.
Cómo calcular las retenciones de tus facturas
El proceso para emitir una factura con retención del IRPF es prácticamente igual que para hacer una factura de autónomo.
Antes de nada, no olvides comprobar los datos de la factura, como el número, la fecha de emisión y de vencimiento, tus datos fiscales y los del cliente, etc.
Añade también una descripción del producto o servicio facturado y su precio.
Calcula la base imponible, que es la suma total de los productos o servicios antes de aplicarle los impuestos.
Calcula los impuestos correspondientes a partir de la base imponible. Recuerda que el IVA normalmente es un 21 %, y el IRPF suele ser del 15 %. Si la factura no está sujeta a impuestos, refleja el motivo en tu factura.
Especifica el método de pago acordado.
Como veremos a continuación, hay varios tipos de IRPF. Si utilizas un programa para automatizar el proceso de facturación y aplicar el tipo de IRPF correcto en cada caso, el procedimiento es todavía más sencillo y así evitas cometer errores que puedan retrasar el pago de tus facturas.
Tipos de IRPF que se retienen en las facturas
Por lo general, el tipo de IRPF que se aplica en las facturas ordinarias es del 15 %. Ahora bien, hay algunos casos en los que ese porcentaje cambia. Por ejemplo, los nuevos autónomos pueden aplicar un IRPF reducido del 7 % durante sus tres primeros años de actividad. También se aplica un tipo de IRPF diferente en el caso de los autónomos que formen parte de las siguientes actividades:
Actividades ganaderas de engorde de porcino y avicultura: 1 %.
Actividades agrícolas y restantes actividades ganaderas: 2 %.
Actividades forestales: 2 %.
Ejemplo de una factura con retención del IRPF
Para entender la retención del IRPF en una factura de forma clara, te mostramos un ejemplo.
Imagina que un autónomo factura a su cliente los servicios de consultoría prestados durante el mes de junio. El coste del servicio es de 6000 €. Como su cliente es una empresa registrada en España, debe aplicar a su factura el IVA e IRPF correspondientes.
Base imponible: 6000 € IVA (21 %): 6000 x 21 % = 1260 € IRPF (15 %): 6000 x 15 % = 900 € Total: 6000 + 1260 - 900 = 6360 €
Recuerda que el IVA no te pertenece realmente y que es un dinero que deberás liquidar a Hacienda al final del trimestre. Del mismo modo, aunque el cliente no te pague directamente el importe correspondiente al IRPF, sí que lo ingresará a Hacienda por ti en su declaración trimestral del modelo 111.
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